¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo nos vas a hacer imposible una vida tranquila en la que no tengamos que temer que en cualquier esquina estalle una bomba? ¿Una bomba nos hará libres? ¿Un militar menos, un político menos, nos hará libres? Puede que tengas razón y que las últimas elecciones no fueran todo lo democráticas que debían serlo pero ¿serán más libres las próximas elecciones con la pistola tras la nuca de muchos votantes? ¿Tienes miedo de no conseguir tus objetivos legítimos a través de la razón? Puedes probar de nuevo a matar porque estoy seguro de que entonces sí, entonces conseguirás vía libre a poner las mugas que quieras en los límites que quieras pero, ¿entonces qué? Entonces te habrás convertido en el más fascista de los presidentes, en el más temible dictador que enarbola su pistola si alguien piensa diferente. Y, ¿qué hacemos con los que nos sentimos ciudadanos del mundo? ¿Con los que nos da lo mismo la ikurriña que la rojigualda y sólo queremos vivir en compañía y crecer con la riqueza de la diversidad? Ten cuidado, somos peligrosos porque la futura Euskalherría política (que cultural ya existe) tendría demasiada diversidad con nosotros. Y para esto se necesita uniformidad.
Gracias por hacernos la vida un poco más difícil. Gracias por tener que decirle a los extranjeros de la España fronteriza con Euskalherría que somos personas "normales" que no vamos por la calle con el fusil en la mano. Bastante tenía yo con explicarles que no hay toros sueltos por las calles de la vieja Iruña como para decirles que a lo mejor reciben la estocada de una bomba.
Gracias por hacernos la vida un poco más difícil. Gracias por tener que decirle a los extranjeros de la España fronteriza con Euskalherría que somos personas "normales" que no vamos por la calle con el fusil en la mano. Bastante tenía yo con explicarles que no hay toros sueltos por las calles de la vieja Iruña como para decirles que a lo mejor reciben la estocada de una bomba.
2 comentarios:
hay cosas que nunca cambian... siempre volvemos a lo mismo... no ha habido visita a Pamplona en la que no haya presenciado alguna demostracion con antidisturbios mientras paseaba tranquilamente. Y a quien se lo vas a decir lo de explicar que no hay toros en la calle y que no vivimos en un sitio peligroso... yo creo que se imaginan algo como Bagdhad...
Así nos sentimos muchos pamploneses. Gracias por escribirlo
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