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viernes, noviembre 16, 2012

Genocidio en Gaza, ¿misión divina?

Dice el veterano corresponsal en Beirut del diario 'La Vanguardia', Tomás Alcoverro, que "ahora con el nuevo choque entre Israel y Gaza, se vuelve al profundo origen inicial del conflicto de Oriente Medio. (...) Es un nuevo despertar ante la insoportable realidad de la ocupación israelí" (página 4 de la edición de hoy).

Estas palabras de Alcoverro son una verdadera anomalía en la prensa, mucho más preocupada porque "Los misiles llegan a Tel Aviv" (titular en portada del mismo medio - en el que, por cierto, escribe a diario Pilar Rahola), que por las consecuencias devastadoras del abrumador poder destructor de uno de los ejércitos más poderosos del mundo: Israel.

Detalle de la portada del diario 'La Vanguardia' (16/11/2012)

Esta pasada noche, la periodista Àngels Barceló entrevistaba en 'Hora 25' de la Cadena SER a un portavoz del ejército de Israel (de habla hispana; argentino para más señas) y como versión de la otra parte a una activista italiana en Gaza. ¡Vaya! Resulta que el todopoderoso ejército sionista se enfrenta a... ¿activistas? Si esto fuera una guerra, a las declaraciones de un portavoz militar israelí les correspondería en réplica las de uno del ejército palestino. Pero no existe tal ejército, claro. La asimetría es evidente. Si se trata de combatir terrorismo (etiqueta que marca a colectivos por conveniencia), está claro que los medios son terriblemente desproporcionados y que estamos matando una mosca a cañonazos. (¿Cuantos españoles saliva(ba)n con algo así para Euskadi?).

El portavoz del ejército israelí mantenía un discurso de manual, citando los (supuestos) textos del líder de Hamas asesinado esta semana en los que hablaba de la destrucción de Israel. Todos sabemos que las palabras pueden ser un peligro pero a nadie se debe matar por bocazas. Si por palabras se matara (se mata, de hecho), quizá ya no hubiera supervivientes en la faz de la tierra. Aunque Barceló le ponía sobre la mesa los muertos civiles de sus operaciones (incluidos adolescentes), el portavoz no se daba por enterado. No tenía confirmación de eso, claro. Y además su ejército es caritativo, dado que lanza panfletos indicando a la población que se aleje de los locales de Hamas, aunque "estos objetivos están junto a viviendas, escuelas y mezquitas" (Henrique Cymerman, en 'La Vanguardia').

Entre los muertos, un bebé de once meses hijo de un periodista de la BBC británica. ¿Por qué se habla tan poco de esa muerte? Más allá de las redes sociales, los medios convencionales apenas han tratado el tema. ¿Será la razón que su nombre sea Jihad Misharawi? Hubiera dolido más si se llamara, yo qué sé, David Cameron o Tony Blair, nombres que al pronunciarse suenan mucho más a alguien de los nuestros.

El periodista Jihad Misharawi con el cadáver de su bebé en brazos (Foto: AP)

Se aproximan las elecciones en Israel y acaban de celebrarse las de Estados Unidos (qué amable el señor Netanyahu, que ha esperado a ver reelegido a su "amigo" - ¿quito comillas? - Obama). Proximidad de elecciones, guerra segura. Lo explica perfectamente el periodista Íñigo Sáenz de Ugarte en su blog:
Si se acerca la fecha de elecciones, los militares tienen trabajo extra. 1955, 1961, 1981, 1996, 2009. No siempre garantiza la victoria en las urnas, pero es un remedio muy útil. Los partidos de la oposición muestran su apoyo al Gobierno. El primer ministro y el ministro de Defensa acaparan la atención de los medios. La nación vuelve a estar en peligro. Sólo el Gobierno salvará al país de la amenaza terrorista.
Esta claro: no por repetida la táctica, se descubre el señuelo. País acojonado: "sonaron las sirenas antiarérea por primera vez en 20 años" (de nuevo Cymerman). Sonaron en Tel Aviv, donde Unicaja de Málaga jugaba partido de Euroliga de baloncesto contra el Maccabi. ¿Cuántos partidos pueden jugarse en la Franja de Gaza durante una operación militar israelí? Vaya, tan grave es la cosa y no evacuaron a los malagueños.

Según un informe de la ONU publicado este pasado verano, Gaza será inhabitable de aquí a ocho años. ¿Es culpable Hamas de ello? Las consecuencias del bloqueo son devastadoras. La ridícula extensión de tierra - una cárcel al aire libre con una de las mayores densidades de población del mundo - hacen la vida en Gaza inimaginable. ¿Qué pretende Israel con este nuevo ataque a la Franja? ¿Anticipar el exterminio? ¿Qué legislación internacional ampara la muerte por inanición? Si quieren acabar con el hambre en el mundo, aplíquese la táctica sionista.

Y así las cosas, el Ministerio de Exteriores de España emite una nota:
España expresa su máxima preocupación por la escalada de violencia entre israelíes y palestinos en Gaza y en el sur de Israel y condena los lanzamientos indiscriminados de cohetes contra las ciudades del sur de Israel y muy en particular las muertes de civiles.
Puro cinismo. Condena de los cohetes (¿no habíamos quedado que eran misiles?) y silencio ante el arsenal militar. Al fin y al cabo en eso radica la democracia, ¿no? En la legitimidad del uso de la violencia. Como Palestina no existe, cualquier recurso a la acción violenta es ilegal. Israel puede hacerlo, al fin y al cabo aparece en 'Google Maps' (prueben a buscar "Palestina" o "Cisjordania"). Lo que no existe, no tiene derechos (y si se buscan...: "Israel amenaza con derrocar a Abbas si los palestinos van a la ONU", titulaba 'El País'). Israel, como todo el mundo sabe, es la tierra prometida de los judíos y a ella tienen birthright (como leí con asombro en el anuncio del Ministerio de Absorción e Inmigración de Israel).

Anuncio del Ministerio de Absorción e Inmigracion de Israel

Y así las cosas, la vida sigue igual: la población palestina una vez más sometida por la acción genocida del gobierno sionista de turno ante unas elecciones y los gobiernos occidentales emitiendo notas cínicas para ganarse el cariño del mundo árabe y sustentar a la que proclaman como única democracia de Oriente Medio. Todo sea por adelantar la llegada del Mesías.

© Carlos Pérez Cruz

2 comentarios:

Baldo Martinez dijo...

Tu ya lo has expresado muy bien ¿que añadir a tanta hipocresía? ¡Mierda de estos dirigentes y políticos!!

acciongrafica15m@gmail.com dijo...

Es la Doctrina del Shock, lo de siempre: Asustemos a la gente para legitimar nuestra ruindad y que nadie se queje. Lo siento mucho por los palestinos, pero también pienso en aquellos israelíes q tienen conciencia, que los hay, y son obligados a alistarse en el ejército que los convertirá para siempre en asesinos. Pueden leer el libro de la ONG Breaking the Silence donde muchos de ellos se atreven a describir sus atrozidades con intención de acabar de una vez por todas con la violencia. Me viene también a la cabeza la acampada de OCCUPY ISRAEL donde se colgaron carteles que pedían la paz social de una vez por todas. Judíos ortodoxos entraron y lo quemaron todo. Esto es un negocio grandísimo, invito a poner en el punto de mira a los gobiernos y a la ONU, lo tienen perfectamente planeado. Hay un documental que me gusta mucho, PROMISES. Trata de un periodista israelí no residente en el país que vuelve a la franja de Gaza para entrevistar a los niños de ambos bandos. Son los gobiernos y el orden criminal del mundo los que han hecho que probablemente la mayor parte de esos niños ahora estén muertos.

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