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jueves, enero 27, 2011

"La red social" (David Fincher) y "Blog" (Elena Trapé)


En la película La red social de David Fincher hay un momento revelador y definitorio del estado actual del "negocio" discográfico: En la reunión del creador de Napster, Shawn Fanning, con los creadores de Facebook, Zuckerberg y Saverin, el segundo le espeta Fanning que las discográficas le ganaron judicialmente a lo que este le contesta: ¿Te atreverías a abrir una tienda de discos ahora? El daño ya estaba hecho. Pasta rápida, lujo y glamur inmediato sin importar los caídos por la causa. No hay escrúpulos en la orgía económica de las punto com y mucho menos amigos.

La galería de personajes reales que muestra Fincher - a partir del libro The accidental billionaires de Ben Mezrich - roza el patetismo. El retrato de Zuckerberg - las miserias del "genio" - queda encuadrado en el inicio y cierre de la película con voz de mujer: su (ex)novia y una de sus abogadas. Ambas coinciden en el diagnóstico: un extraordinario gilipollas. Su incapacidad social bordea lo patológico (por no decir que chapotea de lleno). Aterra pensar a quiénes estamos haciendo billionarios, en manos de quién están nuestras fotos, comentarios y citas. Facebook como éxito global que explota la patología (otra más) del morbo y el cotilleo sin fin del siglo XXI. El desengaño amoroso, la pataleta del niño mimado con capacidad técnica para difundir y hacer daño público está en el origen de esta red. Pero, ¿es frívolo Facebook o el uso que de él se hace?


La red de internet como prolongación de la amistad de instituto. Antaño sólo el teléfono permitía la extensión doméstica de las relaciones escolares. Primero el fijo con su limitada privacidad; después el inalámbrico ampliaba opciones pero la línea familiar requería moderación en su uso, algo que el móvil solventó con un límite evidente: el precio. La llegada de internet y de los programas de chat gratuitos (Messenger como gran referente) abrió a la adolescencia la posibilidad de la prolongación infinita de la relación escolar. En la intimidad del dormitorio, con la ventana permanentemente abierta a la conversación y a la interrupción de la concentración (imposible) en la labor única del estudio.

Blog
de Elena Trapé entra en la intimidad doméstica de unas quinceañeras compañeras de instituto mediante sus confesiones vía webcam y con el reflejo en pantalla de sus diálogos en el chat. Espléndido retrato generacional a partir de la historia de una conjura colectiva inspirada en la noticia que desde Estados Unidos nos habló de un grupo de adolescentes embarazadas de forma simultánea. La credibilidad procede de las formas. Los modos de expresión prescinden de la (posible) impostura del guión. El lenguaje comprimido del chateo en pantalla, la expresión natural de incertidumbres y fantasías frente a la cámara web... y casi por encima de todo eso la virtud de no escaquear al espectador los impulsos, motivaciones y relaciones de una edad compleja que el cine tiende a infantilizar (excesos Disney) o llevar a extremos (probables pero no generalizables). Como ejercicio cinematográfico y como estudio sociológico hay material de sobra para el análisis y el disfrute.

Si la francesa La clase de Laurent Cantet motivó múltiples debates sobre la educación e integración racial en las aulas no debería despreciarse Blog como fuente de documentación (a partir de la ficción) para la comprensión de la adolescencia. Sin traumas. Es probable que los modelos, virtudes y problemas de esta edad procedan de la noche de los tiempos. Sólo que ahora tienen la red para conocer las mejores posturas sexuales y antes nos las enseñaba el de la última fila de la clase.

miércoles, enero 12, 2011

Incendio en Iruñea - Pamplona




Imángenes del incendio declarado en la parte superior de un inmueble situado en la esquina entre la Calle Aralar, Tafalla y la Avenida de la Baja Navarra de Iruñea - Pamplona.


Afrique: 50 ans de musique, 50 ans d´indepéndances


El fascinante recopilatorio (18 CDs y un libro en francés e inglés) titulado Afrique: 50 ans de musique, 50 ans d´indepéndance recoge la música de muchos países africanos con motivo del cincuenta aniversario de los procesos de independencia en el continente. Algunos previos, otros posteriores, pero en 1960 se produjo un estallido de independencias en África respecto de las metrópolis (diecisiete países aquel año, catorce de ellos colonias francesas). Con tal motivo la discográfica francesa Discograph (distribuye Karonte en España) ha publicado esta caja que disfrutamos ya en la edición del 29 de diciembre de 2010 en el Club de Jazz, el mismo Club que acogió al gran Antonio Fraguas 'Forges', autor de algunas de las viñetas más humorísticas e incisivas de la prensa española, que nos visitó de la mano de Javier Gallego 'Crudo' y su Carne Cruda (RNE3) el miércoles 12 de enero de 2011 para escuchar a la Bembeya Jazz Orchestra (de Guinea), a Mahmoud Ahmed (de Etiopía) y a Abdullah Ibrahim (de Sudáfrica):




También en la sección musical del programa Más vale tarde de Radio Vitoria (EiTB) dedicamos el martes 11 de enero de 2011 un ratito a escuchar música de esta caja. Entonces fueron Abdel Gadir Salim (de Sudán), Aster Aweke (de Etiopía) y Slimane Azem (de Argelia):





lunes, enero 10, 2011

"Comprar, tirar, comprar" (documental de Cosima Dannoritzer)

En tiempos en que la televisión está tan devaluada por su abundante acumulación de desechos no está de más realzar aquellos pequeños espacios por los que todavía asoma el verdadero periodismo. Ahora que lo público se ve saqueado y degradado no está de más fijarse en el valor de una televisión pública de calidad. La española dista de serlo y se pierde por el prescindible camino de las competencias de lo masivo pero algunos rincones de su programación apuntan en la buena dirección. Anoche La 2 emitió un documental dirigido por Cosima Dannoritzer con la producción del canal Arte, Televisión Española y Televisió de Catalunya. Comprar, tirar, comprar. La historia secreta de la obsolescencia programada es el título de un revelador documental sobre la programación de productos o su fabricación desmejorada de forma intencionada para su pronto deterioro y obligada reposición. Una cadena infalible de consumo que tiene sus dramáticas consecuencias en países como Ghana, donde acaban muchos de esos productos desechados, y que a su vez es reflejo (si no causa) de la crisis económica actual basada en la teoría del crecimiento. Son muchos los posibles análisis que permite el documental que, ahora que estamos en tiempo de rebajas y consumo compulsivo, quizá llevaría a más de uno a pensarse esa lógica de comercio de la que hablaba hace unos días por aquí. ¿Es viable una economía sin obsolescencia programada?, se pregunta el documental. Quizá no da la respuesta a esta pregunta pero sí deja muy claro que no es viable esta vida de consumo basado en los productos programados para su pronta caducidad. Recomiendo su visionado y, por supuesto, su debate posterior:

domingo, enero 09, 2011

"Mierda puta"

¿Será cosa de mala suerte o es siempre así? Tres veces he ido a escuchar un concierto a la sala Jimmy Jazz de Vitoria - Gasteiz y tres veces he sufrido considerables retrasos entre la hora de anuncio de la actuación y la hora efectiva de comienzo. La primera más de cincuenta minutos, la segunda ni lo sé ya que me fui antes de que llegaran a abrir el local y la taquilla pasados veinte minutos de la hora anunciada. Anoche fue mi tercera tentativa y casi me atrevo a asegurar que es marca de la casa la generosa impuntualidad.

Para las 21 horas del sábado 8 de enero de 2011 estaba anunciada la actuación de Chuck Prophet con los Spanish Bombs, banda creada para la ocasión para rendir tributo al London Calling de The Clash en el treinta aniversario de su publicación. Allí estábamos unos cuantos ingenuos a la hora anunciada esperando comprar la entrada. Bueno, quizá el único ingenuo era yo ya que quien compró entrada antes de mí no trató de acceder después al local sino que pareció marcharse por ahí, quizá a echar un bocado o un trago. Los imagino más fieles al local y al tanto de sus costumbres.

Abierta la taquilla minutos después de las nueve de la noche el taquillero salió a la calle para pedir algo así como que tuviéramos un poco de paciencia dado que el habitáculo desde el que iba a cobrarnos y facilitarnos las entradas parecía estar falto de las mínimas condiciones higiénicas para su uso por lo que, antes de atendernos, iba a proceder a su limpieza. O dicho en sus propias palabras: "¡Eh! Esperad que eso está lleno de mierda puta". No lleno de mierda a secas, ni de 'puta mierda', sino de 'mierda puta', que debe de ser una categoría muy asquerosa de la mierda. Y a fe que debía de serlo porque tardó un rato en empezar a atender al personal.

En el cartel de anuncio del concierto (el que decía que era a las 21 horas) se anunciaba que el 'road manager' de los británicos en el momento de la grabación de London Calling (allá por 1979) ofrecería una mesa redonda sobre el proceso de creación del disco. Pasada media hora de la hora anunciada (y ya dentro del local) de pronto un señor con aspecto de presentador de la BBC apareció en la oscuridad del escenario y empezó a hablar ante un micrófono mudo. Uno de los técnicos de sonido apareció derrapando hacia la mesa y, con un vaso de bebida en la mano, dijo en voz alta que "hostia, que está el viejo en el escenario". Apagó música ambiente, encendió la iluminación y abrió micrófono. El señor BBC (a la postre presentado como el 'road manager') no reinició su locución sino que continuó la que ya había iniciado por lo que los espectadores sólo pudimos escuchar una parte. ¿Era la mesa redonda? No, estaba dando paso a la actuación de un tipo con guitarra en la mano, ojos con halo rojizo y cinco (creo haber contabilizado bien) canciones de su propio repertorio. A pesar de unas presuntas bromas y de animar al personal para que perdiera la vergüenza y ocupara el espacio más próximo al escenario este hizo caso omiso de la invitación, aplaudió tímidamente (el poco público presente en ese momento) y la actuación del telonero, Chris Von Sneidern (después guitarrista y segunda voz del grupo), pasó con más pena que gloria.

Sentí cierta lástima de Chris. Es ingrata la función del telonero. El público (por regla general, conozco excepciones) no va a escucharte a ti y parece juzgarte con cierta severidad (más bien indiferencia) ya que no eres más que un trámite que superar para llegar al meollo de la cuestión. Y Chris, lo siento Chris, en el fondo lo fuiste. Sin más. Aunque tu canción sobre una tal Anna Lisa...



Acabada la actuación, y tras unos minutos de pausa musical, el señor BBC (de nombre Johnny Green) salió acompañado al escenario por alguien que se presumía traductor de sus palabras. Lo intentó, doy fe, pero la traducción fue aproximada hasta que... hasta que la presentación (lo de 'mesa redonda' es otra cosa) derivó en la lectura de fragmentos de un libro que recordaba el momento de la grabación de London Calling. Mr. BBC y su traductor tenían un libro cada uno en su mano. Y se turnaron en la lectura. Uno leía en inglés y otro en castellano. Pero la lectura en castellano no era traducción de la lectura en inglés. ¡Era la continuación natural del texto sólo que en otro idioma! Así que fue una lectura bilingüe, que no doblada o traducida.

Imagino que es un lujo tener al 'road manager' de The Clash en aquella época pero su aportación no pasó de un yo estuve allí que a mí me generó una pregunta sin respuesta (ya que no hubo posibilidad de preguntar nada en la no 'mesa redonda'): ¿y por qué dejó de serlo? En todo caso a él le invitaron a esta gira española y, tal y como confesó, era una buena oportunidad de "darse una vuelta por ahí".

Servidor, que ni vivió la época de The Clash (entonces todavía pensaban por mi) ni ha sido nunca un gran fan del grupo (mis pasos han ido, hasta la fecha, por otros profundos valles de lágrimas) se acercó al concierto por curiosidad con un fenómeno musical (que conoce fundamentalmente por el documental sobre la vida del Clash Joe Strummer y poco más) y por simpatía por Chuck Prophet, de quien llevo meses disfrutando de su ¡Let freedom ring!. Prophet y compañía pusieron empeño en recrear el disco original (del que dispongo de una copia en CD desde hace meses) y el público, que parecía conocer mayoritariamente cada tema del disco (algunos creo que incluso llegaron a ver a Dios durante la actuación... o quizá compartían el secreto del halo rojizo de los ojos de Chris), se lo pasó en grande con la música. Me gusta mucho la voz de Prophet, su actitud en el escenario, pero me quedo con su propia música. La que recreó se reiteraba en sus formas, lo cual quizá se explica según una frase que Mr. BBC atribuyó a Joe Strummer sobre que "emoción y no intelecto", que está muy bien pero, sin capacidad intelectual de desarrollo, las formas tienden a una limitada y reiterada simplificación. Para un rato va bien pero...

viernes, enero 07, 2011

Lógica de comercio

Me desplazo esta mañana del punto A al punto B y en el recorrido observo con asombro cómo en el interior de muchos comercios decenas de personas revolotean como abejas en un panal en torno a los productos allí expuestos. Un movimiento nervioso, circular, compulsivo. La primera tienda que me llama la atención por su frenética actividad vende bolsos. Es el inicio del periodo de rebajas en tiendas y centros comerciales.

¿Se someten a ese estrés espacial por necesidad? Me imagino que a nadie le agrada codearse con decenas de congéneres en pos de un artículo si no es por razón de supervivencia o necesidad extrema. Supongo que siempre hay un porcentaje de masocas en todo grupo humano pero, ¿cuántos de ellos lo son? La mayoría, deduzco, habrá tenido la mala suerte de haber amanecido y encontrado agujereados sus bolsos en algún ataque masivo y coordinado de ratones Pérez durante la noche. Además estamos en crisis luego la lógica impone que es de cajón pensar que las compras superfluas hay que reducirlas a su mínima expresión, sino suprimirlas.

Pienso en ello hasta que recuerdo cómo una conocida me explicaba el otro día la razón de acudir sí o sí a los comercios en tiempo de rebajas: "Siempre encuentras algo que te hace falta", aseguró. Así que la lógica se invierte: los centros comerciales generan la necesidad en vez ser la necesidad la que te acerque a ellos. Claro que esa lógica tiene un problema de partida: es la mía.

sábado, enero 01, 2011

2011... como ayer, como hoy, como siempre.

Mi regalo de año nuevo, mi clásico de bienvenida anual en una versión múltiple. El "Cambalache" de Enrique Santos Discépolo en alguna de sus muchas voces. Sagradas escrituras de la raza y la (sin)razón humana:

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