Que lo que Agustí Fernández y Peter Brötzmann han unido, no lo separe el desierto patrio. En una entrevista reciente en El periódico de Catalunya,
confesaban los dos Duot el origen de su inclinación por la vertiente
más libre y desbocada del jazz (llámese free, llámese libre
improvisación; es una cuestión meramente de contexto histórico,
geográfico y cultural). Cirera mentaba al maestro mallorquín (profesor
suyo en la ESMUC) como responsable de su “enganche”. Prats, un concierto
del volcánico germano. Es decir, un profesor que da alas (¡!) y un
concierto que abre mentes. Como ni lo uno ni lo otro abundan por estos
lares, demos gracias por la feliz circunstancia.
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