Cuántas veces la música nos salva de nosotros mismos y de los demás. Cuántas veces acudimos a ella en la búsqueda de consuelo y qué pocas veces nos defrauda. También es cierto que tiene la prodigiosa virtud de hundirnos de forma definitiva si nuestra elección no se adecua al estado en que nos encontremos (se corre el riesgo de lanzarse por la ventana como Robert Wyatt - vivo y paralítico - o quitarse la vida en Navidad como Vic Chesnutt).
En mi caso son muchos los músicos y las músicas que podría citar sonando en momentos gloriosamente salvadores pero, curiosamente, siempre que pienso en ello recuerdo en especial una noche ya lejana, sangrante para mi orgullo viril, en la que Él me rescató de los brazos del desconsuelo con el desgarro de una música que se encaminaba hacia algún planeta que todavía nadie ha logrado localizar en la galaxia. Sí, fue San John Coltrane (el extraterrestre con aspecto humano y legión de fieles con iglesia propia) quien me insufló la energía anímica fundamental para superar la caverna de la noche y admirar con estruendoso placer la salida del sol entre las montañas que me rodeaban. Así que hoy, en el día en que se cumplen 84 años de su aterrizaje en la tierra, me permito recordarlo y agradecerle por los servicios prestados.
Este video está grabado en Baden-Baden (Alemania) el 24 de noviembre de 1961, apenas unas semanas después de sus conciertos en el Village Vanguard de Nueva York que tantos años después serían mi salvación al alba.
En mi caso son muchos los músicos y las músicas que podría citar sonando en momentos gloriosamente salvadores pero, curiosamente, siempre que pienso en ello recuerdo en especial una noche ya lejana, sangrante para mi orgullo viril, en la que Él me rescató de los brazos del desconsuelo con el desgarro de una música que se encaminaba hacia algún planeta que todavía nadie ha logrado localizar en la galaxia. Sí, fue San John Coltrane (el extraterrestre con aspecto humano y legión de fieles con iglesia propia) quien me insufló la energía anímica fundamental para superar la caverna de la noche y admirar con estruendoso placer la salida del sol entre las montañas que me rodeaban. Así que hoy, en el día en que se cumplen 84 años de su aterrizaje en la tierra, me permito recordarlo y agradecerle por los servicios prestados.
Este video está grabado en Baden-Baden (Alemania) el 24 de noviembre de 1961, apenas unas semanas después de sus conciertos en el Village Vanguard de Nueva York que tantos años después serían mi salvación al alba.
2 comentarios:
Vaya tela el vídeo que has escogido Carlos, qué barbaridad!
Acabo de volver a verlo/escucharlo después de leer tu comentario. En fin, ¿qué se puede decir? Lo de Coltrane, me reafirmo, es de otra galaxia. Hacia dónde caminaba no tengo ni idea... ¡cuánta música dentro de un sólo hombre!
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