Faltaría a la verdad si dijera que me asombra lo que se está diciendo/escribiendo sobre los diversos altercados en el ámbito universitario español ante la presencia de políticos que acuden a impartir supuestas conferencias. Faltaría a la verdad porque el asombro en esta sociedad de la (perversa) comunicación no tiene cabida una vez te expones a ella largamente. Expondré una serie de cuestiones al respecto.
- El uso de la violencia, sea ésta verbal o física, anula la legítima defensa de unas ideas y valores.
- ¿Por qué la universidad cede su espacio para mítines políticos (conferencias las llaman) en fechas electorales como las que nos encontramos? (Siendo, además, esta una época de exámenes parecen poco dirigidas al alumnado).
- ¿Cómo es posible que los detenidos por este tipo de altercados sean acusados, entre otras cosas, de terrorismo? Por insultos y empujones medio país (sino más) tendría ese antecedente penal.
- ¿Desde cuándo está permitido el acceso a policías nacionales de paisano al recinto universitario?
- ¿Por qué no voy a poder considerar, como ciudadano libre (¿?), que ciertos políticos "legitimados" son fascistas, neofranquistas y asesinos? (Lean el editorial de "El País" de hoy).
- ¿Por qué quienes acuden a protestar a estos actos son incapaces de mantener la compostura y no entrar a provocaciones de secretas y seguridad privada?
- ¿Por qué los medios de comunicación son incapaces de ir más allá de lo evidente y hacerse preguntas como, por ejemplo, por qué se acusa a personas que ni siquiera estuvieron allí o cualquiera de las preguntas anteriormente formuladas?
Me temo que, tras lo aquí expuesto, puedo ser acusado de connivencia con el terrorismo y, por lo tanto, de kaleborrokalari virtual. Pero también me temo que cuando resulta tan fácil ponerse a defender lo explícito nos olvidamos de unos cuantos implícitos tan necesarios para la buena salud de una ¿democracia?
- El uso de la violencia, sea ésta verbal o física, anula la legítima defensa de unas ideas y valores.
- ¿Por qué la universidad cede su espacio para mítines políticos (conferencias las llaman) en fechas electorales como las que nos encontramos? (Siendo, además, esta una época de exámenes parecen poco dirigidas al alumnado).
- ¿Cómo es posible que los detenidos por este tipo de altercados sean acusados, entre otras cosas, de terrorismo? Por insultos y empujones medio país (sino más) tendría ese antecedente penal.
- ¿Desde cuándo está permitido el acceso a policías nacionales de paisano al recinto universitario?
- ¿Por qué no voy a poder considerar, como ciudadano libre (¿?), que ciertos políticos "legitimados" son fascistas, neofranquistas y asesinos? (Lean el editorial de "El País" de hoy).
- ¿Por qué quienes acuden a protestar a estos actos son incapaces de mantener la compostura y no entrar a provocaciones de secretas y seguridad privada?
- ¿Por qué los medios de comunicación son incapaces de ir más allá de lo evidente y hacerse preguntas como, por ejemplo, por qué se acusa a personas que ni siquiera estuvieron allí o cualquiera de las preguntas anteriormente formuladas?
Me temo que, tras lo aquí expuesto, puedo ser acusado de connivencia con el terrorismo y, por lo tanto, de kaleborrokalari virtual. Pero también me temo que cuando resulta tan fácil ponerse a defender lo explícito nos olvidamos de unos cuantos implícitos tan necesarios para la buena salud de una ¿democracia?
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