De entre la majestuosidad de una ciudad con gran pasado en piedra y menor futuro en cemento surgen elegantes, con robusta fragilidad, los Pini di Roma. Espías ocultos entre las ruinas del foro, observadores callados desde el Gianicolo, los Pini di Roma guardan la memoria de una ciudad que presume de eternidad desde un presente que amenaza su identidad, hoy más parecida e igual que diferente.
1 comentario:
Cierto, los pinos le dan un toque mediterráneo y rural que es parte del encanto de la ciudad. Tremenda ciudad.
Publicar un comentario