Como todas los otoños Roma vive el fenómeno de la trashumancia a través de las diferentes cañadas urbanas. Es un fenómeno que acrecienta su intensidad conforme se aproxima el año a su final. Es entonces cuando confluyen muchas de las ganaderías en las cañadas con abrevaderos de diseño. La lucha es cruel y sólo las más poderosas saborean el preciado banquete. El resto deberá conformarse con mirar y quizá recoger las migajas del festín.
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