En la actualidad el cedé parece casi finiquitado como formato de
almacenaje y difusión del registro musical. Su declive, en beneficio de
la distribución digital, ofrece una buena ocasión para evaluar la
naturaleza artística de su embalaje y su importancia para el disfrute de
la experiencia musical. Enrique Turpin, profesor de literatura
española y crítico literario y musical, ha recopilado algunas de las
joyas de su colección personal y ha dado forma a la exposición Ceedeephilia – El arte del ‘packaging’ musical contemporáneo,
una muestra de obras de arte discográficas con ediciones de lujo de
cedés de The Rolling Stones, Pearl Jam, Charlie Parker y Radiohead,
entre otros.
Ceedeephilia, una exposición dedicada al envoltorio del CD
en las últimas tres décadas. Mi cabeza hace una relación inmediata a
partir del nombre de la exposición: de Ceedeephilia, necrofilia. ¿En esas estamos? ¿En la exposición de un objeto muerto?
Es un réquiem, en realidad. Más que un objeto muerto, está en vías de
un cambio definitivo, en un final de etapa. Al igual que los vinilos se
van a mantener por diversos motivos, el cedé no perdurará, entre otras
cosas porque las nuevas generaciones lo escuchan todo en streaming,
con Spotify o con Youtube directamente, y no compran el formato. El
aspecto físico de la música les interesa poco. Y además están muriendo
las unidades donde eso se compra. Con los móviles, los iPad y demás, la
música es algo de muy rápido acceso, casi inmediato. El formato está
tocado de muerte.
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