Como encantadores de serpientes, como flautistas de Hamelín, Joachim Kühn, Majid Bekkas y Ramón López nos convocan de nuevo a una conjura musical hipnótica llena de vitalidad. La fórmula no se ha agotado porque la fórmula no es tal. Nada tiene que ver la pervivencia de este trío con el hallazgo de una pócima mágica sino con la constancia de una conversación policultural que ha ido estrechando sus lazos hasta dar forma a un espacio lingüístico propio. Esa es para mí una de las grandezas de este trío que ha hecho de la diferencia semejanza y asimilación. El diferente bagaje formativo y profesional de los tres ha confluido en un idioma común que suena fluido, lógico, natural. No hay 'Fusión' en este proyecto, no es Jazz con música árabe ni africana, no hay un estilo que predomine o dos estéticas que mantengan estáticas sus formas propias y empasten. Todo resulta mucho más natural. Han logrado el milagro del sonido propio.
No hay en Chalaba (ni en las dos grabaciones anteriores: Kalimba y Out of the desert) la condescendencia que se puede percibir en otras intentonas occidentales de hacerse con la magia africana. No hay desembarco de tropas en busca del punto exótico sino el cruce de tres seres humanos de desbordante ingenio musical que al cruzarse han hallado una ideología común: la Música. No se rebajan instintos sino que éstos se acentúan y así Joachim Kühn puede volar sobre el teclado sin restricción (y balancear la cabeza en su tradicional éxtasis), Ramón López ser el baterista con el oído más afinado para la respuesta más insospechada y genial (escúchese la ingeniosa sutileza en The second egg y su capacidad de reacción inmediata) y Majid Bekkas demostrar que una tradición ancestral no es inevitablemente de cera, se puede exponer (sí) pero también seguir y diversificar sus propios caminos. Puede asombrar el encaje de cantos rituales de Soon in June con las líneas melódicas de cierta ortodoxia jazzística de Kühn con el saxo (y el posterior estallido vocal durante la parte más rítmica de la pieza) pero mientras uno escucha es incapaz de percibir lo que de oficio y estudio puede haber en ello. Simplemente se produce ese estado de ensoñación que la música de tonalidad africana (¡qué generalización! Lo sé) despierta en los oídos occidentales y uno queda a merced del encantamiento; de la fascinación de ver sustituido el grave sonido del contrabajo de tradición 'jazzera' por la sonoridad más reverberante y rústica del guembri (el bajo de la tradición musical gnawa) en un tema tan jazzísticamente etéreo y deshilachado como Back to normal en el que Bekkas proporciona una especie de bajo continuo obsesivo que, a su vez, asienta el tempo lento sobre el que hace un solo fragmentario Kühn. Entre ellos López juguetea con las escobillas respondiendo a las digresiones del piano tanto como reforzando la constancia rítmica de Bekkas (recomiendo una escucha centrada en la batería de Ramón para ser conscientes de la riqueza de algo tan discreto). Un tema que retoma la "normalidad" de un Jazz más reconcentrado, música menos bailarina, previo a la sorpresa del disco: Play golf in the fresh air.
No me imagino a Joachim Kühn, Majid Bekkas y Ramón López echando unos hoyos entre concierto y concierto pero menos podía imaginar encontrarme con un tema tan vacilón, surfero, rockero y digno de una persecución de coches fílmica como éste en el que no puedo dejar de visualizarlos sobre una tabla de surf oteando el horizonte y bailando sobre las olas (¿ibicencas?). Vertiginoso y divertido cambio de registro el de un tema cuyo título es un secreto entre los músicos, según Kühn. Al menos sabemos que ninguno de ellos juega al golf porque son demasiado jóvenes para ello. Esta travesura con firma de Joachim Kühn preludia al tema que da nombre al disco, Chalaba. Majid canta y se acompaña con el guembri hasta que con éste y con los tambores de Ramón se establece el ritmo (el guembri permanece entonces como bajo ostinato) al que más tarde se suma Joachim con el piano. Voz y guembri son el color africano (tradición musical gnawa) con sabor de Blues primigenio (según Majid la tradición gnawa expresa el mismo 'dolor' que el Blues americano). Después de caminar por un plácido pulso de trance el tempo se dobla y la música se convierte en una ceremonia circular y trascendente acompañada por las "palmas" del delirio colectivo en la batería de Ramón López. En Hamdouchia Bekkas es quien aprovecha el ostinato rítmico que es el tema en sí mismo para improvisar con el oud (las posibilidades del estudio le permiten grabar el bajo del guembri) y, en la línea de Back to normal, el trío retoma con The second egg el Jazz más abierto y evanescente en el que el guembri es lo más parecido a un contrabajo en estas lides, dejando de lado el sustento rítmico de la mayoría de las ocasiones.
¡Cuánta música en un solo disco! Si lo reseñado fuera poco no dejan de sorprender las reminiscencias indias de Asmaa, que suena a la India no se sabe si más por la tabla que percute Ramón López o por la propia melodía en el oud de Majid Bekkas. Asombra la facilidad con la que Joachim Kühn arroja miles de notas sobre los ritmos trotantes del tradicional Mimoun Saadiyamou o la estimulante puesta en escena de Enjoy que, en ocasiones, parece un reggae playero (¿Ibiza otra vez?). Y, sobre todo, me admira la habilidad que los tres han tenido para, después de años sembrando, haber logrado que de tan natural esta música parezca un estilo; pero el estilo es suyo. Una verdadera obra de Arte surgida de la curiosidad, el trabajo y el diálogo creativo.
© Carlos Pérez Cruz
Publicado originalmente aquí.
No hay en Chalaba (ni en las dos grabaciones anteriores: Kalimba y Out of the desert) la condescendencia que se puede percibir en otras intentonas occidentales de hacerse con la magia africana. No hay desembarco de tropas en busca del punto exótico sino el cruce de tres seres humanos de desbordante ingenio musical que al cruzarse han hallado una ideología común: la Música. No se rebajan instintos sino que éstos se acentúan y así Joachim Kühn puede volar sobre el teclado sin restricción (y balancear la cabeza en su tradicional éxtasis), Ramón López ser el baterista con el oído más afinado para la respuesta más insospechada y genial (escúchese la ingeniosa sutileza en The second egg y su capacidad de reacción inmediata) y Majid Bekkas demostrar que una tradición ancestral no es inevitablemente de cera, se puede exponer (sí) pero también seguir y diversificar sus propios caminos. Puede asombrar el encaje de cantos rituales de Soon in June con las líneas melódicas de cierta ortodoxia jazzística de Kühn con el saxo (y el posterior estallido vocal durante la parte más rítmica de la pieza) pero mientras uno escucha es incapaz de percibir lo que de oficio y estudio puede haber en ello. Simplemente se produce ese estado de ensoñación que la música de tonalidad africana (¡qué generalización! Lo sé) despierta en los oídos occidentales y uno queda a merced del encantamiento; de la fascinación de ver sustituido el grave sonido del contrabajo de tradición 'jazzera' por la sonoridad más reverberante y rústica del guembri (el bajo de la tradición musical gnawa) en un tema tan jazzísticamente etéreo y deshilachado como Back to normal en el que Bekkas proporciona una especie de bajo continuo obsesivo que, a su vez, asienta el tempo lento sobre el que hace un solo fragmentario Kühn. Entre ellos López juguetea con las escobillas respondiendo a las digresiones del piano tanto como reforzando la constancia rítmica de Bekkas (recomiendo una escucha centrada en la batería de Ramón para ser conscientes de la riqueza de algo tan discreto). Un tema que retoma la "normalidad" de un Jazz más reconcentrado, música menos bailarina, previo a la sorpresa del disco: Play golf in the fresh air.
No me imagino a Joachim Kühn, Majid Bekkas y Ramón López echando unos hoyos entre concierto y concierto pero menos podía imaginar encontrarme con un tema tan vacilón, surfero, rockero y digno de una persecución de coches fílmica como éste en el que no puedo dejar de visualizarlos sobre una tabla de surf oteando el horizonte y bailando sobre las olas (¿ibicencas?). Vertiginoso y divertido cambio de registro el de un tema cuyo título es un secreto entre los músicos, según Kühn. Al menos sabemos que ninguno de ellos juega al golf porque son demasiado jóvenes para ello. Esta travesura con firma de Joachim Kühn preludia al tema que da nombre al disco, Chalaba. Majid canta y se acompaña con el guembri hasta que con éste y con los tambores de Ramón se establece el ritmo (el guembri permanece entonces como bajo ostinato) al que más tarde se suma Joachim con el piano. Voz y guembri son el color africano (tradición musical gnawa) con sabor de Blues primigenio (según Majid la tradición gnawa expresa el mismo 'dolor' que el Blues americano). Después de caminar por un plácido pulso de trance el tempo se dobla y la música se convierte en una ceremonia circular y trascendente acompañada por las "palmas" del delirio colectivo en la batería de Ramón López. En Hamdouchia Bekkas es quien aprovecha el ostinato rítmico que es el tema en sí mismo para improvisar con el oud (las posibilidades del estudio le permiten grabar el bajo del guembri) y, en la línea de Back to normal, el trío retoma con The second egg el Jazz más abierto y evanescente en el que el guembri es lo más parecido a un contrabajo en estas lides, dejando de lado el sustento rítmico de la mayoría de las ocasiones.
¡Cuánta música en un solo disco! Si lo reseñado fuera poco no dejan de sorprender las reminiscencias indias de Asmaa, que suena a la India no se sabe si más por la tabla que percute Ramón López o por la propia melodía en el oud de Majid Bekkas. Asombra la facilidad con la que Joachim Kühn arroja miles de notas sobre los ritmos trotantes del tradicional Mimoun Saadiyamou o la estimulante puesta en escena de Enjoy que, en ocasiones, parece un reggae playero (¿Ibiza otra vez?). Y, sobre todo, me admira la habilidad que los tres han tenido para, después de años sembrando, haber logrado que de tan natural esta música parezca un estilo; pero el estilo es suyo. Una verdadera obra de Arte surgida de la curiosidad, el trabajo y el diálogo creativo.
© Carlos Pérez Cruz
Publicado originalmente aquí.
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