Que nadie espere ningún tipo de soflama metafísica de las mías en este post. El título es literal. Mi pobre Sue y yo estamos sufriendo un ataque de decenas de mosquitos que han osado invadir nuestro espacio privado. Son minúsculas naves de guerra portadoras de miles de enfermadades inclasificables de las que nuestros médicos están incapacitados para defendernos. Su ínfimo cuerpo lleva el rojo de la sangre saqueada.
Esto me recuerda la conversación de anoche con el amigo Ezequiel sobre el tema de la piratería de discos y películas (que quizá desarrolle otro día, en otro momento). ¿No son los piratas miles, millones, de pequeños mosquitos dispuestos a chupar la sangre de músicos, actores, discográficas...? Chupar hasta desangrar... y luego, ¿qué?
En fin amiguitos... voy a seguir cazando mosquitos antes de irme a la cama. Mierda ¡otro!. Ven aquí maldito renacuajo!!
Esto me recuerda la conversación de anoche con el amigo Ezequiel sobre el tema de la piratería de discos y películas (que quizá desarrolle otro día, en otro momento). ¿No son los piratas miles, millones, de pequeños mosquitos dispuestos a chupar la sangre de músicos, actores, discográficas...? Chupar hasta desangrar... y luego, ¿qué?
En fin amiguitos... voy a seguir cazando mosquitos antes de irme a la cama. Mierda ¡otro!. Ven aquí maldito renacuajo!!
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