(...) Yo bebo el café a la oriental, muy lentamente, gota a gota. Un italiano toma un espresso. Es decir, se lo bebe de un trago. Y me preguntó: Theo, ¿por qué eres tan lento bebiendo café? Y le contesté: vosotros bebéis el café, yo lo saboreo. Vosotros os bebéis el tiempo, yo lo saboreo. Por eso hago películas lentas. Para saborear el tiempo.
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