Cuando se apruebe una ley electoral más equitativa; cuando el presidente del gobierno de España y los de las autonomías, así como los alcaldes, sean elegidos de modo directo por los ciudadanos; cuando la ideología no sea motivo de inhabilitación electoral; cuando se limite el tiempo de permanencia en los cargos institucionales; cuando las listas electorales sean abiertas; cuando las candidaturas se armen a partir de la valía personal, profesional y social de las personas, sin otra discriminación positiva o negativa; cuando las cuotas orienten pero no determinen; cuando la participación de partidos minoritarios en la formación de mayorías absolutas requiera de una representatividad cualificada; cuando partidos y coaliciones ejerzan un seguimiento de las actuaciones de sus cargos electos para neutralizar acciones éticamente reprobables o legalmente punibles; cuando respondan subsidiariamente de esos casos, a veces concebidos como fuente de financiación; cuando exista el carné por puntos de los compromisos electorales incumplidos; cuando mentiras e infamias inhabiliten para el ejercicio de la política; cuando los programas electorales se escriban con coherencia ideológica y no con oportunidad estratégica; cuando concejales y parlamentarios autonómicos y nacionales dispongan de oficinas de cercanía para la atención directa a la sociedad; cuando los agentes sociales influyan de hecho en la elaboración de las propuestas políticas; cuando la consulta popular sea un hábito democrático; cuando lo público atienda con suficiencia y gratuidad o costo ponderado las prestaciones sociales básicas en salud, educación y bienestar social; cuando los puestos de libre designación se reduzcan a una mínima expresión; cuando lo público no se inhiba a favor del lucro privado; cuando la gestión administrativa no esté orientada a la satisfacción de las redes clientelares; cuando los partidos con posibilidades reales de acceso al gobierno estén dispuestos a modificar la Constitución y los acuerdos con la Santa Sede; cuando esos mismos partidos establezcan relaciones de convicción y sensibilidad y no de conveniencia y pragmatismo con formaciones nacionalistas hegemónicas; cuando el Parlamento sea ejemplo de coexistencia respetuosa en diversidad; cuando el reconocimiento de logros sea compatible con la oposición; cuando los debates en campaña sean norma de obligado cumplimiento; cuando no se pueda desempeñar más de un cargo institucional de forma simultánea; cuando el transfuguismo esté penalizado con la pérdida del escaño mientras las listas sean cerradas; cuando se permita el voto en conciencia; cuando las fotos de los carteles no pasen por el photoshop; cuando el hemiciclo elimine las barreras arquitectónicas…; entonces, votaré.
Por Carlos Pérez Conde; publicado en "Diario de Noticias" de Navarra el domingo 27 de Enero de 2008.
Por Carlos Pérez Conde; publicado en "Diario de Noticias" de Navarra el domingo 27 de Enero de 2008.
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