- Busco inspiración. Y lo dijo tan tranquilo. Como si con esas dos simples palabras quisiera justificar esa actitud, a todas luces injustificable. No sólo injustificable, también indecente. ¿Qué tipo de decencia puede tener quien se sienta en una silla a hurgarse las narices? Busco inspiración. ¡Qué desfachatez! ¿Qué será lo próximo? ¿Me voy a cagar a ver si me vienen las musas? Desde luego qué razón tiene Sarkozy. Hay que acabar con la herencia de Mayo del 68.
- Y tu, ¿qué hiciste cuando te lo dijo?
- Me desnudé.
- ¿Y qué hizo?
- Siguió hurgándose en las narices.
- Y tu, ¿qué hiciste cuando te lo dijo?
- Me desnudé.
- ¿Y qué hizo?
- Siguió hurgándose en las narices.
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