Mientras trabajo en esta gélida tarde de diciembre (fuera no sé, pero dentro...) puedo escuchar desde mi cuarto de trabajo insultos, gritos, bocinas de coche, histeria colectiva... Ha llegado la Navidad, lo puedo sentir... y escuchar.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Efectivamente, el caos se adueña de la ciudad. Es un caos todavía más caótico que el caos habitual. Deberíamos reflexionar... (el que pueda y sepa hacerlo)
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Efectivamente, el caos se adueña de la ciudad. Es un caos todavía más caótico que el caos habitual.
Deberíamos reflexionar... (el que pueda y sepa hacerlo)
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