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martes, diciembre 14, 2010

Enrique Morente

Desde hacía días parecía que la muerte le iba a llegar en cualquier momento. No eran buenos presagios los que llegaban de la prensa y en este frío lunes de diciembre la fatalidad ha cumplido. Se ha muerto Enrique Morente y, ahora que no es presagio, que es certeza, un frío helador recorre mis emociones cuando recuerdo los momentos de su música que me hicieron salir de este mundo. El mundo del Flamenco - dice la muletilla periodística - se encuentra en estado de shock. Y no puede ser más inexacta la información (¡una más!) porque si algo hizo este hombre fue derribar los géneros para abrazar los otros y confluir en la Música. Y por lo tanto somos los músicos y los aficionados a la música (también los 'flamencos', claro) los que nos encontramos así. Inquietos por la certidumbre de que no habrá más mañana para él y, por lo tanto, para nosotros con él. Aunque llegue la nueva grabación, aunque se rescate su obra, inéditos, lo que fuere que quede para el olfato rastreador de los oportunismos, se acabó.

Leía en algún lugar que su familia, en las horas finales, decía que todo estaba en manos de Dios. Vaya Dios cabrón, pienso, si nos dejara tan pronto sin tanta belleza, sin esa expresión de otro mundo posible en este. Y nos hemos quedado sin él. Qué cabrón Enrique, qué cabrón por irte.

1 comentario:

Jorge dijo...

Fue uno de los grandes porque sabía que el género no es más que un medio para algo más Grande, no un fin en el mismo. ¿Morente sólo hacía flamenco? ¿Acaso "Cosecha roja" es solo una novela negra? ¿O la Capilla Sixtina solo un graffitti? ¿U "Ordet" solo una película?

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