Busca en "Carlos Crece"

lunes, junio 10, 2013

'Inch' Allah' y la inmolación de los estereotipos árabes


Dice Anaïs Barbeau-Lavalette que “el mundo árabe se describe a menudo de forma muy superficial, como una cultura monolítica. Los árabes nos asustan”. Cuánta razón tiene y qué importante es mostrar sus mundos sin caer en tentaciones paternalistas ni en estereotipos deformadores. Pero la barrera que los medios y el ocio más frívolo han creado es quizá más alta que el muro con el que Israel construye la cárcel palestina en Gaza y Cisjordania. Si los rusos hablaban como Tarzán en el doblaje de las películas USAmericanas con trasfondo de la Guerra Fría, los árabes no sólo hablan de forma incomprensible sino que parecen sacados directamente del Medievo. Y desde el 11-S, terroristas por naturaleza.

Desconozco cómo serán los árabes en otras regiones del mundo, pero conozco algo de cómo son los que viven en Territorios Ocupados. En general, son personas. Incluso te invitan a té. Y sí, fanáticos del fútbol, tal y como muestra Barbeau-Lavalette en una de las escenas más conmovedoras de Inch’ Allah. Personas, con sus bondades y sus miserias, con sus aspiraciones y sus decepciones. Hace falta, casi tanto como el aire, que los artistas occidentales (ni qué decir tiene, los medios de comunicación) compensen el daño hecho, tanta simplificación simiesca de quienes ni siquiera nos hemos preocupado por conocer ni estrechar la mano: “No les entendemos y tampoco nos esforzamos en hacerlo”, reflexiona la directora de Quebec.

No hay comentarios:

Free counter and web stats