Catalanes. Acabado el primer partido de la final de fútbol de la Supercopa española entre Real Madrid y Fútbol Club Barcelona es informado del resultado: empate a dos goles. Su cara se enciende de ira y empieza a mascullar hasta que su pensamiento se hace inteligible. En el partido de vuelta el Madrid no tiene nada que hacer. En Barcelona es imposible jugar, el ambiente es irrespirable y lanzan al campo cabezas de cerdo. ¡El infierno en la tierra!
Catalanes (bis). En el programa de fiestas de un pequeño pueblo andaluz se incluye un presunto estudio sobre la emigración andaluza a Catalunya durante el franquismo, su adaptación y convivencia. Se define Catalunya como una sociedad enferma de nacionalismo de la que emana una dialéctica patológica; se habla de síndrome (sobre la base del síndrome de Estocolmo y la empatía de la víctima con el agresor) para asegurar que los emigrantes son víctimas del nacionalismo catalán, producto de una élite intelectual y política camuflada en el nacionalismo catalán, [que] ha llevado a la inmensa mayoría de ellos al auto-odio, a la vergüenza, o si prefieren a la desgana cultural, lingüística y nacional. (...) Todo ello mientras el resto de España miraba hacia otro lado. Modélico.
Televisión. El televisor de la cafetería está puesto en Telecinco donde se grita, aplaude y gesticula sin pausa en un continuo de mala educación y grosería. De los nervios salgo de forma precipitada del local. Horas después contemplo desde la calle que ese mismo televisor está puesto el segundo canal de TVE. Hasta las pantallas de plasma necesitan purgarse.
Televisión (bis). Se sienta frente al televisor, toma el mando y zapea. Joe, no hay nada en la tele, protesta. Pues... ¡apágala!
Catalanes (bis). En el programa de fiestas de un pequeño pueblo andaluz se incluye un presunto estudio sobre la emigración andaluza a Catalunya durante el franquismo, su adaptación y convivencia. Se define Catalunya como una sociedad enferma de nacionalismo de la que emana una dialéctica patológica; se habla de síndrome (sobre la base del síndrome de Estocolmo y la empatía de la víctima con el agresor) para asegurar que los emigrantes son víctimas del nacionalismo catalán, producto de una élite intelectual y política camuflada en el nacionalismo catalán, [que] ha llevado a la inmensa mayoría de ellos al auto-odio, a la vergüenza, o si prefieren a la desgana cultural, lingüística y nacional. (...) Todo ello mientras el resto de España miraba hacia otro lado. Modélico.
Televisión. El televisor de la cafetería está puesto en Telecinco donde se grita, aplaude y gesticula sin pausa en un continuo de mala educación y grosería. De los nervios salgo de forma precipitada del local. Horas después contemplo desde la calle que ese mismo televisor está puesto el segundo canal de TVE. Hasta las pantallas de plasma necesitan purgarse.
Televisión (bis). Se sienta frente al televisor, toma el mando y zapea. Joe, no hay nada en la tele, protesta. Pues... ¡apágala!
3 comentarios:
El "pograma" de la fiesta mayor es impagable... ains, qué risa... qué ejercicio de distopía paródica más bien hecho, pura literatura de humor... ¿por qué era literatura, no?
Si no lo era... no me sorprende... en estos lares ya hemos oído de todo... y los más triste es que ni un solo de los argumentos es original. Una colección de tópicos. Hay que viajar más.
Hay que viajar más... y no se diga más.
PD: Te envié un correo hace semanas al mail de tu blog con una consulta, ¿lo has visto? Tranquilo, no suben los intereses por la tardanza en la respuesta.
Carlos, no lo he visto. Vuelve a mandar, por favor.
jjimenezdelmoral@gmail.com
¿Intereses? ¿Seguro que me interesa leerlo?
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