Descripción: una calle peatonal atravesada por una vía de tráfico regulado mediante semáforo. Cuatro policías municipales se sitúan en dos grupos de dos agentes a ambos lados de la vía. Misión: disuadir a los peatones de cruzar de uno a otro lado mientras el semáforo permanezca rojo para ellos. De pronto, y aprovechando que no se aproxima coche alguno, una mujer adolescente comienza a cruzar. Uno de los policías chita (debe de ser el trato oficial indicado para la edad) y le comunica: ¡eh! Está rojo. Y con un gesto de la mano le obliga a retroceder en el momento en que se aproxima, ahora sí, un coche. Ella ya se encontraba más cerca del otro lado pero el celo por el cumplimiento de las normas de la autoridad municipal le obliga a retroceder para recolocarse en donde debía haber permanecido según la ley. El policía antepone el estricto cumplimiento normativo a la seguridad de la joven.
Esta descripción real de una situación vivida por quien esto escribe está motivada por el inicio de una campaña del ayuntamiento de la ciudad de Vitoria - Gasteiz una de cuyas aplicaciones será multar a aquellos peatones que no respeten la señalización vial. Es decir, una vez más la educación cívica se impone a través de la pena (que vendrá muy bien para las arcas públicas). Se podría dar la hipotética situación en la que sin tráfico alguno un peatón cruce de un lado al otro con el semáforo en rojo y sea multado en estricta aplicación de la ley. Es decir, se impondrá la ley sobre el sentido común de la fluidez del tránsito de personas puesto siempre al servicio del tráfico rodado en las ciudades.
Esta descripción real de una situación vivida por quien esto escribe está motivada por el inicio de una campaña del ayuntamiento de la ciudad de Vitoria - Gasteiz una de cuyas aplicaciones será multar a aquellos peatones que no respeten la señalización vial. Es decir, una vez más la educación cívica se impone a través de la pena (que vendrá muy bien para las arcas públicas). Se podría dar la hipotética situación en la que sin tráfico alguno un peatón cruce de un lado al otro con el semáforo en rojo y sea multado en estricta aplicación de la ley. Es decir, se impondrá la ley sobre el sentido común de la fluidez del tránsito de personas puesto siempre al servicio del tráfico rodado en las ciudades.
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