Sí, ya lo sé, os tengo más que abandonados pero... es por una buena causa. Últimamente mi vida es completamente virtual, más que nada porque estoy volcando todo mi trabajo en la Red. Y ya que uno vive del amor he pensado que lo mejor es repartirlo cuanto más mejor. Así que entre las mil y una novedades virtuales presento el último de la familia: El Ojo Sonoro. El rincón del ojo que todo lo oye.
¿Qué se oye en El Ojo Sonoro? Se oye el Club (de Jazz) y el Club (de las 7). Todos mis programas y colaboraciones en la misma página con el soporte del Podcast de Odeo.
Así que entre los 96 Kbps, el nuevo reproductor y el Ojo... quien no me quiera escuchar definitivamente es porque se lo curra.
Dirección: www.elojosonoro.com
¿Qué se oye en El Ojo Sonoro? Se oye el Club (de Jazz) y el Club (de las 7). Todos mis programas y colaboraciones en la misma página con el soporte del Podcast de Odeo.
Así que entre los 96 Kbps, el nuevo reproductor y el Ojo... quien no me quiera escuchar definitivamente es porque se lo curra.
Dirección: www.elojosonoro.com
2 comentarios:
ALL THE THINGS YOU ARE
En el ocaso crepuscular de un día de un otoño aún aletargado, paseo con mi fiel y cariñoso compañero, al compás de un viento frío y melancólico, en la tranquilidad de la noche, apenas interrumpida por el vuelo elíptico de las hojas que caen formando un manto cromático sobre esos jardines tan enigmáticos, diseñados hace mucho tiempo con maestría por Victor Eusa, y ambientados con ingenio por luces ténues que me hacen languidecer en ese contexto previo al invierno, transportando mis pensamientos al puro existencialismo, a los fotogramas en blanco y negro del tercer hombre, a los sufrimientos de un genio creativo incomprendido que sólo sabía hablar a través de su saxo, a la belleza simple de las cosas, las que no observamos pero que están ahí, más cerca de lo que imaginamos, al siempre genial humor de un inseguro neoyorkino, a quien acompaño en su paseo por el upper side al ritmo de Hancock, Jango , Monk y tantos otros....
Max Von Sydow.
Crack! Simplemente, crack!
En mi caso, en el ocaso crepuscular de este sábado de otoño, ligeramente aletargado, me tumbo con mi fiel y cariñoso compañero electrónico, en la tranquilidad del hogar, apenas interrumpida por el vuelo catódico de los mates madridistas que caen formando un manto de puntos sobre los estudiantiles que diseñara hace mucho tiempo Ramiro De Maeztu... y etcétera
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