Busca en "Carlos Crece"

sábado, marzo 13, 2010

Obsesión y conmoción - Música y muerte de Vic Chesnutt

Vic Chesnutt (fotografía de Jem Cohen)

Totalmente conmocionado. Un arrebato de última hora me había llevado al cine para ver la película de un tal Jem Cohen. Empires of tin, una reflexión sobre la decadencia del imperio austro-húngaro y del imperio de Estados Unidos. Algo así recuerdo que leí sobre esa película. Jem Cohen estaba en la sala, creo que hizo una presentación previa, y se proyectó primero un breve corto, Little Flags, con imágenes de una fiesta en las calles de Manhattan por la victoria en la Guerra del Golfo de 1991. La celebración de victorias militares suele ser ridícula; con la imagen de las Torres Gemelas en pie, premonitoriamente ridícula. Apenas unos minutos, cortos, y paso a Empires of tin. La película parece ser la grabación de una actuación. Se ve el escenario sobre el que actúan los músicos, la pantalla de un cine donde se proyectan a la par imágenes y entre tema y tema se leen breves textos. Me resulta llamativo el tono granulado de las imágenes de Jem Cohen, la forma en que están tratadas, como si las fotografías del pasado fueran sarpullidos sobre la pantalla. Y me impresiona la música: visceral, cruda por momentos, íntima en otros, cantados por un tipo en silla de ruedas cuya voz es tan natural como punzantes son sus palabras: Faith is the lies we tell and tell ourselves. Life is the lies we tell everybody else. Y durante unos minutos no puedo dejar de darle vueltas a aquéllo que acabo de escuchar. En otro momento se confiesa: I´m a coward y no puedo quitarme de la cabeza que este es un músico especial, que esta música tiene una franqueza aterradora y excitante, que no tiene impostación alguna. ¿Quién será este tipo?

La proyección finaliza y se abre un turno de preguntas. Recuerdo que hice dos o tres sobre la relación de la imagen y la proyección, cosas así. Jem Cohen respondió, no recuerdo bien qué; cortés pero con cierta aspereza. Parece tímido y algo introvertido aunque muestra tener sentido del humor. Me ha interesado mucho la película, me ha entusiasmado la música y me propongo intentar ver todo lo posible que de Jem Cohen se va a proyectar durante una semana en el festival Punto de Vista en Pamplona. Cumplo con mi propósito en días sucesivos aunque no llego a todo lo que me gustaría. La experiencia lo convierte en un referente, en una pequeña obsesión que todavía hoy permanece en mi cabeza. Pero esa obsesión quizá la exprese otro día en palabras. Hoy las que gasto son para la música de esos Empires of tin.

Vuelvo a casa y empiezo a buscar por internet información sobre la película y sobre su música. Encuentro el nombre de Vic Chesnutt. Él firma lo que he escuchado. Busco un poco más y me doy de frente contra la noticia de su reciente muerte. Se suicidó el 25 de diciembre de 2009. Es decir, ni siquiera ha transcurrido mes y medio en el día en que lo escucho por primera vez. Averiguo un poco más y me encuentro con que la relación entre Chesnutt y Cohen es de amistad, que incluso Cohen ha producido grabaciones de Chesnutt. Me siento ridículo. Imagino que a Jem Cohen le ha tenido que resultar ridículo escuchar el tipo de preguntas que hemos hecho sobre la película. O quizá no, pienso ahora; quizá lo considere un acto de consideración. Pero estoy seguro de que no tuvo que resultarle fácil ver a su amigo muerto tan vivo en la pantalla, tan intenso y nervioso. Días después, en otra proyección, se nos explicará que una de las películas previstas para la sesión inaugural de la retrospectiva dedicada a Jem Cohen no se había proyectado porque el director estaba muy afectado por la muerte de su amigo. No se menciona el suicidio.

Tengo dos nuevas obsesiones paralelas (Jem Cohen y Vic Chesnutt) que se suman a las ya consagradas en mi vida. Y está bien aunque uno llega a sentirse desbordado por tanto que escuchar, tanto que ver y tanto que leer. Tengo claro que no me bastará con esta vida así que quizá deba buscar el modo de volver. Mientras tanto hago lo que puedo y, en el caso de estas dos nuevas obsesiones, busco la manera de acercarme a la música y de volver a ver la película. Y aquí están: la música y la película han llegado desde Canadá, desde el sello que ha editado el disco que despide una carrera y la película que le retrató en la Viennale de 2007 (en Viena), que es donde se registró este Evening´s civil twilight in empires of tin (título completo).

Escucho una y otra vez At the Cut, el disco que cierra una carrera. Escucho y procuro entender las letras hasta la última coma. Y conforme entiendo la música se me anuda más y más fuerte a la garganta al comprender qué se esconde tras esa sinceridad en bruto:

Soy un hombre,
consciente de mí mismo
y allá donde voy
estás siempre ahí conmigo
He flirteado contigo toda mi vida
incluso te he besado una o dos veces
y hasta este día juro que era agradable
pero claramente no estaba preparado.
Cuando tocaste a un amigo mío
pensé que iba a perder la cabeza
pero averigué con el tiempo
que realmente, yo no estaba preparado.
Oh muerte, no estoy preparado
oh muerte, me intimidas
y diezmas a aquellos que me son queridos
incluso te burlas de mí con tu dulce alivio
Eres cruel y constante
cuando mi madre estaba enferma de cáncer
ella luchó pero entonces sucumbió
pero hiciste que rogara por ello
"señor Jesús, por favor, estoy preparada"
oh muerte... claramente no estoy preparado *

Encuentro en Youtube un vídeo** de una actuación suya el 5 de noviembre de 2009, apenas un mes y unas semanas antes de su suicidio, donde se escucha esta letra. Y en los últimos momentos de la canción parece no poder más, parece no soportar el dolor. O quizá es que la propia letra es demasiado para él. Me produce escalofríos. Vic Chesnutt tuvo un accidente de coche con 18 años que le dejó en silla de ruedas. Desde ese momento tuvo serios problemas de salud y el sistema sanitario de Estados Unidos fue chupándole la vida hasta dejarle con una deuda de 50000 dólares. Es confuso de donde viene todo porque la documentación es indescifrable. He sufrido varias intervenciones en un periodo corto de tiempo - un par de años - y de eso, ahora debo cincuenta mil dólares. (...) No es un sistema de libre mercado, es un sistema de empresa privada y es terriblemente burocrático. (...) He tenido una relación íntima con la industria de la salud durante muchos, muchos años. He estado en hospitales alrededor del mundo también así que he visto el modo en que trabajan en otros países. Algunos de los debates sobre la atención médica que hay ahora son de lo más absurdo que he visto nunca. ¡Es hilarante! Obama es un incompetente y los de la derecha idiotas. (...) Y el ala derecha... como lo que dijo McCain sobre los recortes de impuestos, la reforma de responsabilidad civil y la desregulación - que no va a ayudar, que no va a conseguir lo que queremos. Esto no va a hacer feliz a nadie. Creo que lo único que podría ayudar es derogar algunas leyes que están en los libros... cosas que hizo Reagan. Gastamos todo el dinero en el Instituto Nacional de Salud y todo ese dinero en la investigación, y luego se les da la patente a las industrias farmacéuticas que después nos hacen pagar una fortuna por ello. (...) en los ochenta, el Instituto Nacional de Salud gastó millones de dólares en investigación de medicamentos, y entonces todo el mundo tenía la patente así que podías hacer versiones genéricas más baratas de esos medicamentos y todo el mundo estaba contento. Ahora el dinero de investigación para medicamentos está dirigido a hacer dinero. (...) Siempre me sorprende el absurdo de sus políticas. El modo en que republicanos y demócratas pueden trabajar juntos es reformando el sistema porque tal como está no importa lo que haga Obama, no va a suceder. La derecha huele sangre y siente que tiene que ganar esto.***

El 25 de diciembre de 2009 Vic Chesnutt se suicida. Leo una nota en la web de Los Angeles Times que informa de que Chesnutt, paralítico después de un accidente de coche en 1983, era conocido por crear música poética y melancólica. Murió de una sobredosis intencionada de relajantes musculares prescritos, según dijo un familiar****. El mismo diario redigiría a un artículo del 1 de diciembre de 2009 en su blog de música que se iniciaba con las siguientes palabras: Si alguna vez usted necesitó un claro ejemplo de la crueldad institucionalizada del sistema de salud americano, pregunte a Vic Chesnutt. Y el propio Chesnutt afirmaba: Podría morir mañana por otras operaciones que necesito que no me puedo permitir.*****

Amo a mis antepasados
pero no ritualmente
No les culpo ni les alabo
por todo las cosas que me pasaron
y no necesito altares de piedra
para ayudar a cubrirme la apuesta
contra la oscuridad que se avecina.
Eso es lo que es, es lo que es******

Me siento feliz por haber descubierto a Vic Chesnutt. Una tras otra sus canciones inoculan mi cerebro de la manera en que sólo los verdaderos creadores son capaces; la de quienes penetran hasta lo más hondo del alma sin necesidad de gafas tridimensionales ni aspavientos. Me siento triste por haber llegado tarde, pero agradecido por haber llegado. Y me entristece tanta verdad contenida en unos versos cantados. Parece que la verdad ha nacido para ser cantada; pero no para ser cambiada.

© Carlos Pérez Cruz

* Letra de Flirted with you all my life (del disco At the Cut)
** El vídeo está ahí para quien quiera mirarlo. Se busca y se encuentra. Me afecta lo que veo. No sé si resulta morbosa su difusión y prefiero no insertarlo en este texto.
*** Opiniones de Vic Chesnutt recogidas en el The Huffington Post el 17 de septiembre de 2009.
**** Nota publicada en la web de Los Angeles Times el 26 de diciembre de 2009.
***** Artículo del blog musical de Los Angeles Times publicado el 1 de diciembre de 2009.
****** Fragmento de la letra de It is what it is (del disco At the Cut).

Nota: Las traducciones son de mi propia cosecha. Pido disculpas por los posibles errores en que hubiera podido incurrir.

Publicado originalmente aquí.

No hay comentarios:

Free counter and web stats