Acabo de ir al servicio (todavía no asumo demasiado bien este término cuando a lo que me refiero es a que he ido al baño) y para acompañar mis micciones y cepillados dentales he encendido la radio. Estoy en una de esas épocas en las que apenas la enciendo y por eso quizá me ha llamado más la atención lo escuchado de lo habitual. A través de los parlantes (cómo me gusta esta expresión americana) he escuchado apenas dos o tres minutos de la sesión de investidura del nuevo (viejo) Presidente del Gobierno de España. He coincidido con el final de la primera intervención de Mariano Rajoy, líder de la nueva (vieja) oposición y el principio de la réplica de José Luis Rodríguez Zapatero, el futuro investido. Y he oído algo así como: (...) orgullosos de representar a esa mitad de España(...) en boca de Rajoy. Es decir, el fantasma de las dos Españas revolotea en el hemiciclo de nuevo (si es que alguna vez dejó de hacerlo). Los primeros segundos de la réplica de Zapatero han sido respondidos con gritos desde la bancada popular.
Comienza la nueva (vieja) legislatura (de siempre).
Comienza la nueva (vieja) legislatura (de siempre).
2 comentarios:
Lo raro es que escuchar esas cosas no te haya cortado la meada.
He acabado aquí por casualidades (o causalidades?) y me ha gustado.
Saludos.
Sé bienvenida Thabitha...
cortar no me la cortó pero... esta vez no había gotitas que secar (por algo será).
Como no creo en las casualidades habré de pensar en las causalidades que te han llevado hasta aquí.
Un beso,
Carlos
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